martes, 22 de junio de 2010

NUEVA ENTRADA!!!

El joven de los nombres engripados se caga a sí mismo.
Odia todo lo que no sabe, vive enjabonado y pierde chicas.
Sobra al rival mientras pierde (así es mas elegante).

Cuando hay humedad no es feliz, el cielo se vuelve rosa y
le recuerda a Barbie o a Yen, se pierde entre dineros y gasta
sus alcoholes. Se humedece cada vez con menos.

Ya está grande y usa cristales para endulzarse. Para endulzarlas.
Se imagina un mundo infantil y soberbio.
Lo mas cómodo para los tres que somos acá.

Mientras tanto la oficina se pudre, entre café y culos blandos,
y deja lugar al proximo instante: La tristeza.

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