Seres perceptivos se desarman,
y se amontonan de los otros...
Estos se alborotan inconcientes, nulos,
en el paraíso de clavos de olor y fé a buen precio.
Soy ellos, soy los dos, soy solo salud.
Me crié a tostadas quemadas y gritos.
Después llegaste, harta desde siempre.
Te persignabas, te leías en las fotos,
momificada. Temblando luz.
Bueno, tambien soy vos.
Mientras se nos siguen cayendo las cabezas
y compramos una nueva,
ella nos mira, paranoide y con ganas de irse,
y sonríe amanecida. Siempre despierta.
La única que nos ama es la estúpida poesía.
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