Me choca la luna entre dos medianeras llenas de moho.
Me mira con mala cara y, como siempre, no contesto. Quiere tomar de mi vino, pero no.
Empiezan los reproches: Que siempre fuiste igual, que te quiero, nene; Que sufro tanto sin vos!
El techo se descascara, la luna tambien, y por culpa del bolichon y sus bondades ya no encuentro respuesta.
Cuando ella toca mi mejilla, la vibracion oculta se me vuelve gritos, y empiezo a contarle. Mientras tanto su cara está quieta, no descansa, no pestañea.
La luna se dibuja roja de tormenta, y mis dedos tiemblan.
Una vez mas, los celos y la locura. La luna y las luces mareandome. Sicarios que me rodean.
Solo amanezco con dolor de cabeza. Mis ojos no estan boxeados, pero el mediodia me aburre con su sonrisa de TV.
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