IMAGINADOS

Sobre vos se hace el viaje, en cualquiera de tus mil costados,
acostados en la vaga inconsciencia, imaginados en la cama.
Despues de la sociedad, de los metodos, quedas vos y decidís.
Antes de estar en tu retina, eras solo tiempo. Eramos solo pasado.

No imaginar es el peor calabozo, no amar es destruir. Solo lo saben las sonrisas.

UNA PIRAÑA EN EL TRAGO

A esta altura del mar, volviendo del balde, tomo valor solo cuando nado en agua.
Beso y le pego a la cama, divorciandome del resto de tijeras, o años que cortan vivir como sea. Cocinandome entre papas independientes, agradeciendome por lo rico que estoy, acompañado con cerveza y grisines cristalinos. Ilusionando estupideces sin raza y con acento. Y el pesto ni me cuento. Hoy soy hoy hasta el estomago, y somos yo porque mi musica está en camino. No tengo jeta. Lo único que no soy es muerte.

NOS RESPIRAN

La luciernaga contempla mi figura de ruido en celo,
le hace caso a la tormenta a la vista del jardinero.
Y yo que siempre estuve en celo, me apague dandole teta
a la patria del malbon.
La luciernaga fermenta, reencarnandose en cangrejo,
el pasado es adelante y la tormenta no es de miedo.
Y vos que siempre estuviste ciego, destetado de las patrias
te apagaste dandole.

¿La luciernaga contempla el atardecer del muerto?
El agujero cava canaletas en el hombre sin país,
la tormenta se cura sublime ante el arroyo hecho carne.
Y los huesos son para el perro.

SECAS

El alquitran que brote del antiguo poro, a ciegas sobre el silencio, aliviará los dineros. El espejo inmundo flotará, exquisito, en el mar ajeno. Mar que no es otra cosa que mar y dios. Dios que ajusticia su no haber sido, desde el pájaro al cafe, acantilado de suicidio.
Una tormenta acabará con un mundo y ya nunca dolerá llovernos. Así, como la noche, serás tartamudo ante la inmensidad, hipnotico y desnudo al mostrarte flor cerca del escombro llamado lágrima. Serás para regalo, un virtual sueño.

UISCE BEATHA XXX

En el espíritu del nombre, del santo y del padre hijo. Name.
Quémese ante mi día, el fichero que marca el madrugar del choborra, la patada de la goma del auto, la voluntad de la patria sombría, la milicia que defiende los intereses del inodoro, los oídos de la vieja de mierda que acomoda su tímpano en mi placer. Los barquitos de papel. Las azafatas del infierno.
Quémese el hielo bacán de la pobre aguasucia que quiere ser cielo.

LUNALA

Un velador violento, cagandome a piñas. Lo recuerdo de a tres neuronas, encerrado en la nebulosa que regala el alcohol reprimido. Ayer a la hora en que gritaba.
Me deja llorando, casi, caído de culo en el agujero negro de lenguas sementales. Y al borde de la orgía que propone el nuevo panfleto, me encuentro en mi nuevo nido, hoy, el que asiente y se decora con pastilla atemporal. Hacen tembleques en mis hemorroides. Shhh.
Estan todos en domingo acá abajo, shhh. El agujero negro no es un tajo. Shhh.
Vení y dame la última luz, hagamoslo ahora que están todos en casa. Ahora, cerca de los que cogen con libro. Shhh.

(El corcho fue preciso y el chocolate es para ustedes. Endulcen sus pericias)