Mira entre las fortunas y puede ser, cuenta con paladares a prueba de ampollas.
Hice tantos carteles, tantas miradas. Fumé palabras papas sin devolver...
Ruida entre los edificios más contaminados, arden gomas poliester de cualquier rock.
Y yo que soy un caro engominado, me armo la papeleta de la historieta de la cancion.
Antes de cruzar su cara, los oficiales piensan tres veces.
Pintan sus ceniceros de pasto las amas de casa, y se cagan de miedo las pompas de shampoo.
Los empleos no la consiguen, las conchas fritas cuestan baratas, y en las patrullas de los jardines, suenan infantes palabras lindas. La boca que tiene se derrite en mi caldo juglar.
Sus huellas crecen entre libelulas e historias que fueron. Ellas avisan que siempre puede llover.
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