miércoles, 15 de agosto de 2012

NIGHT BICOCA

El amigo al mas allà, donde no hay atajo, silba a la luna su cancion para mì. Y mañana iremos pesados de sed. Ayer, el amigo, estudiaba el mal en soledad, dispuesto a la luz del temor final, temiendo a risa limpia, el momento y el placer. Yo quedaba donde viven los monstruos, al lado del kiosko que vende vino hasta las 2, mientras el era y yo lo pensaba. Hasta que la nada y la accion se dieron el chupon. Acà el vino nos baja las nubes, te calla los gritos, nos muere los tiempos. Uso la culpa de lupa, para sentir al amigo como al exilio de la intemperie.

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