Subir y bajar los ascensores en esa mente maquiavelica, desgastada de amar o aburrir.
Ese hombre se masturba con la condena en la mano derecha, y el ojete revuelto en penas chiquitas cortadas a cuchillo, con ajo y perejil.
Desabastecimiento de alegria en la tapa del diario, y el hombre-carniceria hace lo justo y no mas, para cagarse en el mundo, que ya esta hecho mierda. Es ahi cuando revienta su glotis, y todo lo demas comienza a actuar con compasion, temor o amor.
-Hijo, estas bien?
-No, vieja, me la quiero cortar en juliana.
-Que decis? Porque?!
-Estoy distanciandome sistematicamente de la vida tal como es entendida, no soy amigo de la complicidad, no estoy atento a nada, ni tengo pensado estarlo por los proximos siete mil millones de años.
-Dejate de macanas marcelito, que corno estas diciendo? Vení a la mesa que ya esta el mondongo.
-En serio lo digo, o quizás no, no lo se. Pero la suerte es flor de atorranta, solo va donde le garpan. Mirar las estrellas no me conmueve, ni siquiera transplantar una azalea, o deglutir una porcion de muzza en Kentucky.
Mi realidad es la unica realidad, vieja. La carta astral de cualquiera lo asevera.
El final ya ocurrio y todo lo que podemos no hacer es aburrirnos, cagarnos a trompadas, o bien amarnos. Y creo que esa es la mejor opcion, esa ultima, porque nadie sabe cuando lo estamos haciendo.
-Voy a buscar un medico que te ayude.
-Andate a cagar.
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