Es una historia cargada de angustia. La palabra historia ya es, en si misma, angustia.
Es terminar la sopita en cada segundo, creando una eternidad de ollas para nada individuales.
Todos concientes de que hubo y va a seguir habiendo, trabajamos en el laboratorio por amor al poder de ver, comer, tocar. Sentis?
Sin embargo los hay malos, guachos de la peor mierda. Que nos despintan la tierra despistandonos, haciendonos sospechar de todas las calles que no son de tu manzana.
Ya no tengo dudas de que el valor de sus aires es el mismo que el mio. O el nuestro.
Incluso, hoy, les regalo mi creencia de que sus aires valen mas para este mundo que crearon.
Lo que no se, es si disfrutan de un corazon libre, puerco y poderoso, que sabe que todo esta en el. Y lo que si se, es que se les paso la mitad del cagazo.
Que las arañas cuiden su cueva (ellas si que lo hacen bien), y añoren latir de vida.
Solo por esta angustia, no mate a la que tengo cerca.
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