La intencion de un pajaro es efímera. Se le atribuye entre nosotros el don mas potente, el mas preciso de los masivos.
Pero su fin, su conquista, la antesala de su propia muerte carnal, es mas ausente. Además de ajena. Es lo que nunca se promete de la pluma para afuera, la abundancia migratoria sumergida en la no rutina. En el aire.
No buscará el brillo de los ojos de aquel gato, lo va a encontrar de cualquier modo.
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